Energías renovables

Placas solares - Geotermia - Aerotermia - Biomasa

PLACAS SOLARES

Una instalación fotovoltaica nos permite producir energía verde para el autoconsumo o para su venta y supone un importante ahorro a medio/largo plazo para el consumidor, con respecto a las fuentes habituales de consumo eléctrico. La colocación puede realizarse en tejados, solares e incluso fachadas, con el fin de aprovechar al máximo las superficies que no se utilizan. Con el uso de acumuladores, la energía sobrante puede almacenarse para su posterior uso.

Las placas solares no solo aportan un valor añadido a nuestra propiedad; también nos identifican con unos valores de sostenibilidad y responsabilidad con el planeta. El hecho que España sea uno de los países con más radiación solar de Europa nos permite extraer rendimientos óptimos.

Además, gracias a los avances en el rendimiento en los últimos años, las placas fotovoltaicas nos aportan un retorno de la inversión en muy poco tiempo (de 2 a 4 años, según algunos estudios) y hasta el final de su vida útil podemos aprovecharnos de hasta 40 años de consumos eléctricos gratuitos.

GEOTERMIA

Cuando hablamos de sistemas geotérmicos nos referimos a la instalación de bombas que permiten extraer la energia procedente del subsuelo, que se materializa en forma de calor.

Estos sistemas tienen la capacidad de proporcionarnos, por un lado, energía calorífica (calefacción, agua caliente, piscinas, absorción de calor...) y, por el otro, energía eléctrica, sin emisiones de CO2 y de manera muy estable, ya que la temperatura en el subsuelo se mantiene prácticamente inalterable durante el año.

Existen diversos sistemas para adaptarnos a las características del suelo y de la propiedad. Por ejemplo, podemos utilizar sistemas con colectores de captación horizontal, sondas geotérmicas verticales o incluso pilotes energéticos si el terreno es inestable.

AEROTERMIA

La aerotermia capta el calor contenido en el aire del exterior de un edificio y permite bombearlo a su interior con el objetivo de generar calefacción, refrigeración y agua caliente, con un nivel de consumo eléctrico muy bajo.

Se trata de una energía verde, ya que no produce combustión, humo ni residuos. Su grado de eficiencia es muy alto, siendo uno de los sistemas con menor consumo energético; y aunque su instalación requiere una inversión inicial y una unidad en el exterior de la vivienda, nos permite sustituir la caldera tradicional y obtener ahorros de hasta el 70% según algunos fabricantes.

BIOMASA

Dar uso a la materia orgánica es uno de los sistemas más ecológicos y sostenibles para la obtención de energía y es la base de los sistemas basados en la biomasa. El aprovechamiento de restos de madera o residuos agrícolas se usa mayoritariamente para la obtención de calor, especialmente en entornos domésticos.

Este es el caso de las calderas de biomasa que instalamos en nuestra empresa. Estos equipos funcionan de un modo similar al de las calderas convencionales, con la excepción de los combustibles (como sería, por ejemplo, el pellet). La estabilidad en los precios de estos combustibles, el sencillo mantenimiento y la seguridad son algunas de las ventajas. El rendimiento energético es bajo respecto a los combustibles fósiles, pero pueden abastecer viviendas con calefacción y agua caliente con ahorros importantes de combustible.

Por último, también se pueden aprovechar las cenizas obtenidas de la combustión como abono orgánico.

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